La asociación de cultivos por familias es una práctica ancestral que ha demostrado ser beneficiosa para la agricultura sostenible. Al combinar especies vegetales pertenecientes a diferentes familias botánicas en un mismo terreno, se pueden maximizar los recursos del suelo y fomentar un equilibrio natural que favorezca el crecimiento de las plantas y reduzca la incidencia de plagas y enfermedades. Sin embargo, no todas las combinaciones son igualmente exitosas, y es importante comprender qué familias se benefician mutuamente y cuáles pueden perjudicarse cuando se asocian.
Asociaciones Beneficiosas de Plantas por Familias:
- Leguminosas (Fabaceae) y Solanáceas (Solanaceae): Las leguminosas, como los frijoles o las habas, tienen la capacidad de fijar nitrógeno en el suelo, lo que beneficia a las plantas circundantes, como los tomates o las papas, que tienen altas demandas de este nutriente para su crecimiento.
- Cucurbitáceas (Cucurbitaceae) y Maíz (Poaceae): Las cucurbitáceas, como el calabacín o el pepino, pueden trepar por los tallos de maíz, aprovechando así el espacio vertical disponible en el campo. A su vez, el maíz proporciona una estructura sólida para que las plantas de cucurbitáceas se desarrollen sin problemas.
- Brassicáceas (Brassicaceae) y Zanahorias (Apiaceae): Las brassicáceas, como el repollo o el brócoli, liberan compuestos que pueden repeler algunas plagas comunes de las zanahorias y otras apiáceas. Esta asociación puede ayudar a reducir la presión de insectos dañinos en los cultivos.
Asociaciones Perjudiciales de Plantas por Familias:
- Solanáceas (Solanaceae) y Solanáceas: La asociación de plantas de la misma familia, como tomates y papas, puede aumentar el riesgo de enfermedades específicas que afectan a ambas especies. Por ejemplo, la presencia de tizón tardío puede propagarse fácilmente entre tomates y papas cuando se cultivan juntas.
- Cucurbitáceas (Cucurbitaceae) y Solanáceas (Solanaceae): Algunas cucurbitáceas, como los pepinos o los calabacines, son susceptibles a enfermedades que también afectan a las solanáceas, como el mildiú velloso. La proximidad entre estas familias puede aumentar el riesgo de infección y afectar negativamente a ambos cultivos.
- Brassicáceas (Brassicaceae) y Brassicáceas: La asociación de plantas de la misma familia puede favorecer la proliferación de plagas y enfermedades específicas que afectan a las brassicáceas, como el club de raíces o el gusano de alambre. Por lo tanto, es importante evitar sembrar cultivos de brassicáceas en el mismo lugar año tras año.