En un esfuerzo innovador por reducir el impacto ambiental en el sector médico, el proyecto Phasal ha dado inicio a la creación de bioplásticos biodegradables a partir de residuos agroalimentarios. Estos nuevos materiales, que se caracterizan por su base orgánica, serán utilizados en la fabricación de productos médicos de alto valor añadido, como parches dérmicos y equipos de sutura. El objetivo principal es proporcionar soluciones sostenibles a la creciente problemática del plástico de un solo uso en el ámbito sanitario, donde más del 50% del material empleado entra en esta categoría debido a los estrictos requisitos de higiene y esterilización. La implementación de estos bioplásticos biodegradables busca mitigar este impacto ambiental y promover prácticas más responsables en la industria médica. Además de su característica biodegradable, estos nuevos materiales ofrecen propiedades avanzadas de procesabilidad y biocompatibilidad, lo que los hace idóneos para aplicaciones médicas donde las opciones de reciclaje son limitadas. Asimismo, su versatilidad permite adaptarse a geometrías complejas y procesos de fabricación exigentes, como la inyección de plástico. El desarrollo de un parche dérmico para la liberación de fármacos y un kit de sutura biodegradable son dos ejemplos concretos de aplicaciones médicas que se beneficiarán de estos avances. Estos productos no solo reducirán el impacto ambiental, sino que también ofrecerán soluciones eficaces y seguras para los pacientes. El consorcio Phasal, liderado por VEnvirotech Biotecnology en colaboración con Industria Técnica del Plástico (Inteplast), Eurecat y el grupo de investigación PSEP de la Universitat Politècnica de Catalunya, está a la vanguardia de la innovación en este campo. Con un presupuesto de más de 800.000 euros y financiado por el Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación, este proyecto promete revolucionar la industria médica con soluciones ecoamigables y eficaces.