El mango (Mangifera indica) es una fruta tropical originaria del sur de Asia, con una historia de cultivo que se remonta a más de 4.000 años. Su importancia económica radica en su amplia distribución global y su alto valor comercial. Además de ser apreciado por su delicioso sabor y valor nutricional, el mango es una fuente importante de ingresos para muchos países productores, generando empleo y contribuyendo significativamente a la economía mundial. En este artículo, exploraremos los fundamentos del cultivo del mango, desde su selección y preparación del suelo hasta su manejo durante la cosecha y la postcosecha, con el objetivo de proporcionar una guía práctica para aquellos interesados en cultivar esta fruta exótica.

cultivo mango
Mango

Variedades de Mango

La selección adecuada de variedades de mango es crucial para el éxito del cultivo. Al elegir las variedades, es importante considerar varios factores, como el clima local, el suelo, la resistencia a enfermedades y plagas, el tiempo de maduración de la fruta y las preferencias del mercado. Además, se deben tener en cuenta las características específicas de cada variedad, como el tamaño, color, sabor y textura de la fruta. Algunas variedades populares incluyen “Tommy Atkins”, “Kent”, “Haden”, “Ataulfo” y “Keitt”, cada una con sus propias ventajas y aplicaciones. Es recomendable consultar con expertos locales y realizar pruebas en el campo para determinar las variedades más adecuadas para cada situación particular.

Marco de Plantación

Para implantar un cultivo de mangos, el terreno elegido debe tener un buen drenaje. El marco de plantación, excepto en algunas variedades enanas, debe ser de 8 a 10 metros. La plantación puede hacerse desde mediados de primavera hasta finales de verano. El marco de plantación recomendado para el mango suele ser de aproximadamente 8×8 metros, lo que equivale a alrededor de 156 árboles por hectárea.

Antes de plantar, deben abrirse unos hoyos de unos 80 centímetros de anchura y profundidad y prepararse como para recibir a cualquier frutal. Debe estercolarse y abonarse ligeramente, y regar con frecuencia durante los primeros días de la plantación. Además, deben colocarse sombrajos, los cuales se dejarán hasta que los árboles lleguen a fructificar, lo que ocurrirá al cabo de unos tres años para árboles injertados. Para favorecer la fructificación, ha dado resultado la adición de un puñado de azufre sublimado a las panículas, comprobándose que la proporción de frutos que cuajan y llegan a la madurez es superior.

Rendimiento del Mango por hectárea

Los rendimientos varían según la variedad plantada, oscilando en promedio entre las 3 toneladas hasta 15 o más toneladas por hectárea. El rendimiento promedio se sitúa alrededor de las 5.6 toneladas por hectárea.

Nutrición y fertilización del Mango

Para asegurar un equilibrio nutricional óptimo en los cultivos de mango, es fundamental seguir prácticas adecuadas de fertilización. Se recomienda realizar análisis de suelo periódicos para determinar las necesidades específicas de nutrientes de cada huerto. La fertilización debe adaptarse a las condiciones del suelo y las etapas de crecimiento de la planta, aplicando fertilizantes orgánicos o químicos según sea necesario. Es importante proporcionar los macro y micronutrientes esenciales, como nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio y zinc, en las cantidades adecuadas y en momentos oportunos. Además, se pueden emplear técnicas de fertirrigación para una aplicación más eficiente de los nutrientes, especialmente en sistemas de riego por goteo. El monitoreo regular del estado nutricional de los árboles y la corrección de deficiencias o excesos contribuirán a mantener la salud y la productividad del cultivo de mango.

Riego del Mango

El riego es un aspecto crucial en el cultivo del mango, especialmente durante las etapas de crecimiento activo y formación de frutos. Es importante proporcionar agua de manera adecuada para garantizar un desarrollo saludable de los árboles y una producción óptima de frutas. La frecuencia y la cantidad de riego pueden variar según factores como el clima, el tipo de suelo, la edad del árbol y la estación del año. En general, se recomienda mantener el suelo ligeramente húmedo pero no saturado, evitando tanto la sequía como el encharcamiento. Los sistemas de riego por goteo son ampliamente utilizados en el cultivo del mango debido a su eficiencia en el uso del agua y la capacidad para proporcionar una distribución uniforme. Es importante monitorear la humedad del suelo regularmente y ajustar el riego según sea necesario para satisfacer las necesidades de los árboles en cada etapa de crecimiento.

Plagas y Enfermedades del Mango

Plagas y enfermedades del mango:

En los cultivos de mango, se encuentran diversas plagas, algunas de las cuales son similares a las que afectan a los cítricos, como el “pulgón blanco”, “mosca blanca”, “cochinilla de la tizne”, entre otras. Sin embargo, una de las plagas más destructivas en nuestra región es la “polilla de la flor”, que puede causar gran daño a las flores del mango.

Otro de los principales enemigos del mango en Canarias es la “mosca del Mediterráneo” (Ceratitis capitata), que ataca con gran rapidez al mango “Amín”. Si no se trata a tiempo, puede dañar severamente los frutos.

Los tratamientos para estas plagas son similares a los utilizados en naranjos, aguacates y otros frutales.

En cuanto a enfermedades, una de las más comunes es la “antracnosis”, la cual afecta al mango especialmente en tiempos cálidos y húmedos. Sus síntomas incluyen manchas negras en flores y tallos, así como manchas y orificios en las hojas. Las frutas jóvenes pueden ser atacadas y caer en grandes cantidades, mientras que las más maduras se manchan o rayan de negro, perdiendo calidad y durabilidad en su conservación. Los tratamientos preventivos para esta enfermedad suelen involucrar productos a base de cobre.

Otras enfermedades que afectan al mango incluyen el “oidio”, que se caracteriza por volverse blanquecina la inflorescencia, y la “cercosporiosis”, que forma manchas negras en la piel del fruto y necrosis en las hojas, para las cuales también se utilizan tratamientos preventivos con productos de cobre y azufre.

Tratamientos Orgánicos

  1. Polilla de la flor: Para controlar esta plaga de manera orgánica, se pueden utilizar feromonas confusoras para interferir en el ciclo de reproducción de la polilla y reducir su población. También se pueden aplicar insecticidas botánicos a base de neem, piretrinas naturales u otros extractos vegetales que sean efectivos contra las larvas de la polilla.
  2. Mosca del Mediterráneo: Para combatir la mosca del Mediterráneo de manera orgánica, se pueden utilizar trampas cromáticas para capturar adultos y reducir su población. Además, se pueden emplear técnicas de control biológico mediante la introducción de parasitoides naturales que ataquen a las larvas de la mosca.
  3. Antracnosis: Para prevenir y controlar la antracnosis de forma orgánica, se pueden aplicar fungicidas a base de extractos de cobre, como el sulfato de cobre o el oxicloruro de cobre, en momentos críticos del desarrollo del cultivo. También se puede utilizar un tratamiento preventivo con extractos de plantas con propiedades fungicidas, como el aceite de árbol de té o el extracto de ajo.
  4. Oidio: Para combatir el oidio de manera orgánica, se pueden aplicar tratamientos preventivos con azufre micronizado o coloidal, que son fungicidas naturales efectivos contra este hongo. Además, se puede promover una buena ventilación en el huerto para reducir la humedad y evitar la propagación del oidio.
  5. Cercosporiosis: Para controlar la cercosporiosis de forma orgánica, se pueden utilizar fungicidas a base de extractos de cobre, como el hidróxido de cobre, que ayudan a prevenir y controlar esta enfermedad. También es importante realizar una poda adecuada para mejorar la circulación del aire y reducir la humedad en el huerto.

El mango se reproduce principalmente por semillas y por injertos.

  1. Reproducción por semillas: Las semillas del mango se extraen de los frutos maduros y se siembran en sustratos adecuados, preferiblemente mezclas de tierra fértil y arena. Después de un período de germinación que puede durar varias semanas, las semillas germinan y comienzan a desarrollar plántulas. Sin embargo, las plantas obtenidas por semillas no heredan las características exactas de los árboles progenitores, por lo que la calidad y características de la fruta pueden variar considerablemente.
  2. Reproducción por injertos: Esta es la técnica preferida para propagar variedades seleccionadas de mango, ya que garantiza que las nuevas plantas sean genéticamente idénticas al árbol madre. El injerto implica unir una porción de una planta seleccionada (llamada portainjerto) con una porción de la planta deseada (llamada injerto) para que crezcan juntas y formen un solo organismo. Los injertos de mango se realizan generalmente utilizando la técnica de injerto de escudete o injerto en T, y se pueden realizar en plantas jóvenes o en árboles adultos. Este método permite mantener las características deseables de la variedad seleccionada, como sabor, tamaño y resistencia a enfermedades, garantizando así la calidad de la fruta.

Cosecha de Mango

La cosecha del mango es un proceso crucial que debe realizarse en el momento adecuado para garantizar la máxima calidad y sabor de la fruta. La madurez del mango varía según la variedad, pero en general, se considera que está listo para ser cosechado cuando la fruta alcanza su color característico y se desprende fácilmente del árbol con un ligero giro. Es importante cosechar los mangos con cuidado para evitar dañar la fruta y mantener su integridad durante el transporte y almacenamiento. Una vez cosechados, los mangos deben manipularse con cuidado para evitar magulladuras y golpes que puedan afectar su calidad. Es recomendable almacenar los mangos a una temperatura adecuada y realizar un manejo postcosecha adecuado para prolongar su vida útil y mantener su frescura y sabor.